jueves, 4 de octubre de 2007

¿Islamofasqué?

Islamofascismo. Hace un tiempo, el New York Times explicaba muy bien, como siempre, las peripecias de un neologismo cargadito de rezos, geopolítica e ideología.

El gran C. G. Jung ya tuvo un
presentimiento en los años 30 del siglo pasado: "We do not know whether Hitler is going to found a new Islam. He is already on the way; he is like Mohammed. The emotion in Germany is Islamic; warlike and Islamic. They are all drunk with wild god. That can be the historic future."
(The Collected Works Volume 18, The Symbolic Life (1939), Princeton University Press, pág. 281. Traducido del alemán por Richard Francis Carrington Hull)

(más cartelillos como el de arriba, en Periodista Digital)

1 comentario:

herbasco dijo...

La filosofía política de Bush es simplona y profundamente interesada. De hecho, es sólo el barniz que da cobertura ideológica a sus actos, que es lo único que importa.

Lo más similar al fascismo que se puede encontrar hoy en el planeta se encuentra en los regímenes comunistas que todavía aguantan y, muy especialmente, en Guantánamo. Lo que ilustran las terribles escenas de esta campaña no es otra cosa que barbarie medieval de sociedades que nunca han hecho el viaje a la democracia y los derechos humanos. Sus efectos pueden ser igual de terribles, pero no es lo mismo.

Es más, mirando esas imágenes resulta imposible saber si vienen de Afganistán, de Irán (no creo) o de los EAU, Kuwait o Arabia Saudí, socios de Bush en esta película que se han montado.