viernes, 27 de marzo de 2009

Versiones del padre: Aruitemo, aruitemo (Still walking)



Gran película Aruitemo, Aruitemo (Still Walking), que tengo la suerte de ver en sesión cinéfila de riguroso preestreno.

La historia familiar de tres generaciones en el Japón actual, contada en clave casi documental por Hirokazu Koreeda, fascinó a los asistentes al último Festival de San Sebastián; y también al público que ayer llenaba los cines Golem madrileños.

El viejo padre, médico jubilado; su santa, de dulce lengua viperina; la hija resignada, que heredará la casa; el hijo pusilánime, que aspira a ser (buen) padre; el primogénito ausente, siempre presente; la dulce nuera punching ball; los niños, ya tan lejos de todo eso...

Personajes principales y secundarios, todos los actores están convincentes en su papel de Yokoyamas. Sus pequeñas alegrías, sutiles resentimientos, expectativas frustradas y reproches apenas susurrados se expresan con delicadeza y convicción. Y hay escenas deliciosas (el ritual de la mesa y los baños compartidos; el paseo de los tres hombres hasta la playa; la nostalgia de una canción desgarradora; las visitas al cementerio familiar). "Todas las familias felices se parecen", sentenció el clásico; también las japonesas. Pero, al contrario de lo que pasa en las de Almodóvar, allí apenas levantan la voz; ni se matan; ni hacen voto de lujuria y drogadicción; ni cambian de sexo.

Me temía una brasa oriental ambientada en la Edad Oscura del cine clásico nipón y me quedo enganchado a este reportaje poético sobre la nueva familia japonesa, entre la tradición y la modernidad. Hay desdicha, hay ternura, hay diálogos, hay ritmo y, además –como en todo buen cine que se precie– aprendes un montón y abandonas la sala un poco más listo (y contento) de lo que entraste.
Yo me esperaba un dramón a lo Cuentos de Tokio y me topo con una historia básicamente alegre y esperanzadora, vaya por dios.

(Fue una cortesía de la revista Muy Interesante y Dialogue Cinema)


(Foto: Cueto & Quintanilla)



1 comentario:

Chiqui dijo...

Tormento va a estar encantada de saberlo. :)
Un abrazo