Cuenta el último nature de abril (también puede leerse aquí "en abierto") el curioso caso de Mark Tushingham, un científico canadiense que trabaja en el Ministerio de Medio Ambiente y que el pasado invierno publicó una novela de ciencia ficción catastrofista, Hotter tan Hell, Más Caliente que el Infierno. La cosa iba de calentamientos globales, efectos invernaderos, perturbaciones ecológicas... y hasta de una guerra entre Estados Unidos y Canadá por el que, según algunos expertos, será el recurso más valioso -por escaso- de las próximas décadas: el agua. Seguramente el libro no habría pasado de una discreta atención entre los aficionados al género y los colegas de Tushingham, de no ser por su superiora jerárquica, la ministra de Medio Ambiente. Rona Ambrose ha prohibido al científico literato que promocione su novela por ningún medio, o que ni siquiera la mencione en prensa, radio o televisión. ¿Estamos ante un insólito caso de censura en una de las democracias más avanzadas del mundo? ¿O quizás se trata sólo de una jefa estricta y, quizás, celosa? ¿Otra batalla por la libertad de expresión o una formidable campaña de marketing?
El caso es que ahora todo el mundo quiere saber qué cuenta el libro ¿Será fiction o faction?
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3 comentarios:
¿Por qué no menciona usted que la tal Rona es CONSERVADORA?
Da igual que sea conservadora.En estos tiempos, ¿no tenemos acaso muchos ejemplos de toma de decisiones que nos sorprenden y decimos " pero si es conservador! o " pero si es de izquierdas!"
Lo importante es que nos enteremos de las cosas Que tengamos vías para llegar a conocer y que podamos elegir.
¿Suena a ingenuo?
Me parece ridiculo que la gente llegue a tales extremos, y pineso que en casos asi seria bueno saber las "reales" razones de la censura. Muy buen blog, volvere, slaudos
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