jueves, 4 de mayo de 2006

Matrix, al día siguiente



Ciudades en primavera. Hay pocas experiencias urbanitas comparables a un paseo por Barcelona, sin nada que hacer, a primera hora de una mañana de mayo.

Tras una noche inverosimil, con hordas de seres perturbados recorriendo sus
calles, haciendo sonar las bocinas de sus vehículos, envueltos en trapillos cuatribarrados, profiriendo gritos primitivos y gestos amenazadores... el Oasis vuelve a la calma. Y es que Barcelona és massa para tots aquests energúmens.

Y, por cierto, on són les Dones?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Les dones estaban afilando las escobas para barrer la ciudad el día de después de la hecatombe footbollar.

Anónimo dijo...

Pues yo estuve en barcelona en la celebración del año pasado y tampoco pasó gran cosa. Que no se queje mucho la gente, que cuando Detroit gana la NBA siempre hay una docena de muertos, disturbios, y festival de coches quemados a la francesa.

Anónimo dijo...

Girl from the North Country.
Una cosa es celebrar, y a eso yo me habria apuntado, y otra cosa son las hordas, como siempre.
Pero lo que sí es cierto, es el placer de un paseo matutino por esa hermosa ciudad.Y eso que no sé catalán.

Anónimo dijo...

Pues a mi ya me gusta que gane el Barça, aunque no pienso volver por BCN hasta que no se derogue el Estatut

Anónimo dijo...

Maravillado paseante barcelonés: seguro que en alguna acera sentiste revolotear junto a tu pelo unas hermosas palomas. Siento decírtelo. Las palomas de Barcelona van dotadas de sensores de habla castellana. Cuando la detectan, sueltan sobre el viandante desprevenido miles de ácaros mortíferos. Algunos, pocos, sobreviven. Lo siento. La nació.

Lynx dijo...

Ahora entiendo lo de las manchas en la chaqueta, Lucas. Pero yo pensé que eran buitres