Las calles de Madrid estaban hoy bien divertidas. La foto de arriba fue tomada a primera hora de la mañana, frente al Congreso de los Diputados, muchas horas antes de la aparatosa y bullanguera cabalgata del orgullo gay.
Muy cerca de allí, un poco más tarde, también andaban de fiesta (aunque no lo parezca).
En la calle Preciados, el ya clásico windy man, permanece inasequible a los 33º a la sombra. Casi me entran ganas de darle conversación. Para que se relaje un rato.
Al regresar a casa, en la Iglesia del milagroso Cristo de Medinaceli seguían las bodas en cadena, straight, me parece, por el momento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
las caras de la libertad son diversas
Cualquier excusa es buena para divertirse, pero en mi opinión la igualdad se habrá conseguido cuando no haya nada que celebrar. Yo soy heterosexual y ni estoy orgullosa de serlo, ni dejo de estarlo. No me defino por mi sexualidad, porque a fin de cuentas lo que yo haga en mi alcoba es asunto mío y de mi pareja. Y así debería ser para todos, supongo.
De la misma forma creo que la igualdad entre hombres y mujeres será una realidad cuando el hecho de una mujer sea nombrada para un alto cargo en el poder judicial, como ministra de Economía o incluso como Presidente de una nación, NO sea noticia. Y parece que aún falta...
Es sólo cuestión de tiempo que se normalice, como muchas otras cosas. Las mismas personas que hace sólo 25 años se hacían cruces porque una pareja había elegido "vivir en pecado" en vez de casarse, ahora de viejos viven con otra persona y no se casan para no perder sus respectivas pensiones de viudedad. :)
Publicar un comentario