La tradicional portada que anualmente dedica Time a elegir y destacar a la "Persona del Año", según el criterio de la revista, fue al principio un simple recurso periodístico que permitía a sus editores y redactores "rellenar" de contenidos informativos una semana muy escasa de noticias, la de las fiestas navideñas.Charles Lindbergh inició la saga en 1927; y son ya clásicas las de Gandhi (primer no americano, en 1930); Wallis Simpson (primera mujer, 1936); la dedicada a 15 científicos (primera colectiva, en 1960); la de 1982, a la primera entidad no humana (el ordenador personal); y la de Albert Einstein ("persona del siglo", 1999),
En el número de esta semana, el título de personas del año recae sobre el grupo más numeroso de gente hasta la fecha (varios cientos de millones), el formado por todos los internautas del mundo que han protagonizado el fenómeno de la web 2.0 durante los últimos doce meses, usted y yo entre muchísimos otros.
Las teorías elitistas de Thomas Carlyle ("la historia del mundo no es otra cosa que la suma de las biografías individuales de sus más grandes hombres") han sufrido un pequeño revés en 2006.
2 comentarios:
Como diría un conocido locutor radiofónico, esto apesta. ¿No puede ser que les haya fallado la foto –o el fotógrafo– del personaje o incluso éste mismo y salgan al paso con esta insulsa portada? Es Time de recursos.
La teoría de Hugo Martínez Abarca (http://3-republica.blogspot.com) es bien distinta a la suya, señor Lynx:
[sic] La última chorrada mundial la ha cometido la revista Time. Haciéndose los demócratas, decidieron que este año serían los lectores quienes decidieran quien era la "person of the year". Total, que los lectores se ponen a votar y algunos de ellos se organizan y queda claro quien va a ganar la votación: Hugo Chávez sacaba el 35% de los votos. Alguien en el Time (o fuera de él, no lo sabemos) decide que no puede ser y que había que enmendarle la plana a los internautas. Se anula lo que votan los internautas y se nombra personaje del año... ¡a los internautas!
Es un comportamiento muy típico de algunos demócratas que permiten que se vote siempre y cuando se vote bien. Ejemplos hay para aburrir (pues, de hecho, ninguno es tan divertido como la tontería del Time): los golpes de Estado de 1932 y 1936 en España, el de 1973 en Chile, el golpe militar en Argelia, las papeletas mariposa en La Florida, la prohibición de partidos previsiblemente ganadores en Turquía, el tamayazo de Madrid,... Todos estos ejemplos suponen la rectificación (en algunos casos sangrienta y en otros sólo tramposa) de lo que los votantes deciden; pero coincide que los que deciden que el pueblo se ha equivocado no rechazaban de antemano que decidiera el pueblo... simplemente pensaban que lo harían en otro sentido.
Para ellos la democracia consiste en que los ciudadanos tengamos la capacidad de votar lo que ellos han decidido que es aceptable. Pero nada distinto a eso. Y cuando votamos lo que ellos aceptan, gritan por doquier que el pueblo es sabio y nunca se equivoca.
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Estoy más a favor de esta hipótesis que de la da como absoluta ganadora a "la Red".
Saludos y felices fiestas
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