martes, 20 de marzo de 2007

Time: rediseño con lágrima


Cuando una revista tiene problemas... bueno, se rediseña.
TIME ha renovado completamente su maquetación y diseño esta semana: cambios en la portada, nuevas secciones, contenidos más visuales y, al mismo tiempo, cantidad de texto, muchas más páginas de lectura.

Ciertos colegas encuentran similitudes con The Economist, el semanario global más veterano, y exitoso, de cuantos siguen en el quiosco, boyante tras más de 150 años (difusión: un millón de ejemplares por número).

Algunos analistas, sin embargo, son bastante escépticos respecto a la utilidad de los rediseños frente a la pérdida continuada de lectores y anunciantes en las revistas de papel.

Y también hay críticas más corrosivas y menos matizadas que provocan lágrimas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No acabo de entender alguno de los argumentos que se exponen. Un ilustrador ajeno a Time les ha hecho un retoque similar a uno de hace unos cuantos números ¿Y eso indica una crisis? Time quiere cambiar su imagen de portada ¿Es el fin del mundo? Sí encuentro más preocupante que quieran imitar a su gran rival con tanto descaro (desde luego la similitud es demasiado evidente como para que sea una casualidad) porque eso sí es una admisión de inferioridad, como lo fue la larga temporada en la que CNR, del grupo Z, se dedicaba a plagiar las portadas y diseño interior de Quo, de Hachette: era una confesión del tipo "ni siquiera aspiramos a disputar el liderazgo, nos conformamos con ir chupando rueda"

National Geographic (USA) ha introducido de cuando en cuando novedades en su maquetación, y no veo que haya desparecido por ello. La clave está en que mientras sus contenidos valgan la pena irá siempre un paso por delante de sus competidores. Claro que la prensa de actualidad está más de capa caída que la divulgativa, sobre todo tras la serie de escándalos que implicaron en los 90 a ganadores del Pullitzer que directamente se inventaron sus historias. Si Time quiere mantenerse primero tiene que demostrar su rigor en los contenidos: la maquetación o la cubierta sólo es una herramienta para atraer la atención, pero si no hay nada que enseñar, no les salvarán ni las portadas nuevas, ni las ediciones electrónicas ni las ofertas de suscripción. Ante todo, contenido.