Siguen apareciendo buenas revistas de papel. Como la recién nacida Monocle. Mensual, asuntos mundiales, world affairs, en inglés, vocación global; aunque muchos vendedores de prensa todavía no saben muy bien de qué va; y por tanto: dónde colocarla en el quiosco? Su imagen de marca característica: la negra ventana-marco de portada. Leemos en el blog Maquetadores que la revista ha sido concebida y fundada por Tyler Brûlé, el creador de ("la mítica") Wallpaper*.
También siguen desapareciendo buenas revistas (o convirtiéndose en bits), como InfoWorld (1978-2007).
Y mientras tanto, incluso hay veteranas que llegan a su 40 cumpleaños en plena forma. Por ejemplo Veja, el gran semanario brasileño de Editora Abril, 2.000 números ya, fundado por Roberto Civita, con más de un millón de ejemplares de circulación. Otro buen ejemplo de convergencia papel/digital, por cierto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
pues qué pesadito está usted con las revistas, ni que se dedicase a eso!
No se preocupe, Lynx; hay un montón de revistas en el quiosco que también es imposible saber de qué van...
La pregunta del millón: ¿cómo pueden sobrevivir todas sin morir en el intento? Incluso "majors" como "Panorama", "El Globo", "Tribuna", "Gala", muy publicitadas todas, cayeron. Ya sé que algunas se fueron por decisiones estratégicas de empresa o, porque aún teniendo una buena audiencia, no colmaron las expectativas en cuanto a costes-beneficios. Pero otras, con menos respaldo y prácticamente desconocidas, ahí están cada semana o cada mes en quiosco. Difícil de entender.
VidalSass, no es tan difícil: si una revista tiene LECTORES, todo lo demás se puede ir arreglando.
Los casos que usted cita (El Globo, Gala, Panorama...) son clásicos: mucha gran empresa detrás, mucha promoción, mucho rollo... pero no interesaban a nadie; porque daban lo mismo que todas
No crea axel, ha habido revistas con lectores, y bastantes, que se han cerrado contra toda lógica. Supongo que no le descubro nada nuevo.
Publicar un comentario