Tres años después de la Primera Gran Ley Socialista, la violencia entre parejas no disminuye en España. Ahora, el gobierno y algunas organizaciones de mujeres piden a los medios de comunicación que contengan sus informaciones sobre malos tratos y crímenes sexistas. "Autorregulación" lo llaman. Tras años de intensa "sensibilización social", opinan que ya está bien de sensibilizar, hombre (concienciar se decía antes). E indirectamente culpan al mensajero mediático del fracaso. A propósito de este asunto, nuestro australiano de Barcelona escribía esto hace unos días:
"Cuando alguien de otro país llega a España y ve la prensa, queda inmediatamente horrorizado. Éste parece ser un país machista donde los hombres golpean y asesinan a sus mujeres a menudo. Multitud de crímenes horribles nos son servidos a diario en los informativos de todos los canales. La llamada violencia de género parece una lacra, un endemismo hispano, una vergüenza nacional. Nada más lejos de la realidad. Según datos del Consejo de Europa, éste es el país europeo en el que menos crímenes de este tipo se cometen. En España, 8 de cada millón de mujeres mueren asesinadas por sus parejas. Es el promedio más bajo de Europa. En Finlandia, un país modélico por su sistema educativo y el nivel cultural medio de sus habitantes, son 12 de cada millón las víctimas de la violencia de género..."
Pos su parte, la tan irregular como interesante mujer-pez recoge en el suyo este agudo comentario leído en otro blog:
"Ayer me enteré de que una lesbiana le ha puesto una denuncia a su pareja por malos tratos, y que la tramitación está teniendo problemas porque la Ley de Violencia de Género no recoge ese supuesto. Se ve que el legislador partía de la conjetura de que los homosexuales son buenas personas de por sí. Me recuerda a una amiga (bastante marujilla) que da por hecho que los gays son buenas personas porque "quieren mucho a sus madres". Pero seamos constructivos: Propongo una leve modificación en la ley de violencia de género (con trasvases conceptuales de la ley de matrimonios): en vez de "hombre" y "mujer", hablemos de "zurrador A" y "zurrador B". O "zurrador A" y "zurrado B". O quizá, más sencillamente, este simple añadido: Cuando en una pareja de lesbianas, una le zurre a la otra, la zurradora será considerada automáticamente como "hombre".
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4 comentarios:
y usted qué opina, ein?
(se moja menos que los pulpos gallegos ;-)
Muy buen artículo de Arcadi Espada sobre el asunto (¿es la prensa "motivadora" de la violencia sexista?) hoy sábado en El Mundo. Altamente recomendable
En el blog de Arcadi Espada, el día 23 está el post "Sobre el célebre 'móvil del periódico'". No sé si es el mismo artículo que señala el Sr. Anónimo.
En él defiende el papel de la prensa informando y ridiculiza al gobierno por intentar silenciar las noticias.
Aunque termine el post de la siguiente forma graciosa:
'La imitación es un asunto en verdad fascinante. Muchas cosas se aprenden por imitación. (Aunque no todas: a nadie imita el niño cuando dice rompido). A matar también se aprende, desde luego, aunque como en todo aprendizaje se exige una voluntad previa. Entre las confesiones de los asesinos están algunas muy pintorescas. Pero nunca oí la del que mató porque otro lo había hecho en el periódico.'
está claro que no es del todo justo, porque hay que reconocer que el 'efecto llamada' existe, es real. Sólo hay que ver cuando algún famos@ se corta el pelo de tal o cual manera, o lleva tal o cual ropa, cuánt@s le imitan.
En el franquismo, El Caso sólo podía publicar un crimen de sangre a la semana. Si se producían tres, había que elegir: en aquella sociedad "tan segura" no se permitía más. Quizá sea ésta la "autorregulación" que se busca, el "código ético" que se echa de menos. Las sociedades libres no tienen miedo a las noticias; las intolerantes, sí.
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