sábado, 29 de marzo de 2008

Ha muerto Pepe Escriche

Amigo desde hace más tiempo del que puedo recordar, director y fundador (¡en 1973!) del Festival de Cine de Huesca, ex concejal, padrino de mis sobrinos, viajero infatigable, buen comedor y alegre conversador.

Siempre de buen humor Pepe; hasta el final, esta misma mañana de sábado.

El periodista y escritor Antón Castro le hacía esta entrevista el pasado junio:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si fuese de Madriz habrían cortado la programación para dar un flash informativo. En fin, los del 14 de septiembre, como él decía, eran los mejores. Y siempre se van...

Anónimo dijo...

los del 14 y los del 9 y otros. Provincias y madriz. De todas formas, Lynx, muchas gracias por su recuerdo. Pepe era nuestro amigo, y a los amigos no nos hace falta ningún parón de nada, ni de noticias ni de nada.

Lynx dijo...

Desde México, María Linares Cruz escribe esto en su blog, "Puerta Giratoria":

El vuelo de Pepe
Pepe Escriche murió ayer. La noticia llegó sólo como podía serlo tratándose de la muerte del maestro sibarita: en medio de una bacanal. Un hueco viajó al estómago, al corazón, la muerte de Pepe no me tomó por sorpresa, pero si con madruguete. Sucedió antes, justo antes, de agradecerle por compartir un cachito de su vida conmigo; antes, justo antes, de que pudiéramos viajar a Huesca a cuidarlo; antes, justo antes, de que pudiera preguntarle un par de cosas sobre la vida 35 años como director de un festival de cine; antes, justo antes, de que le enviara el libro que edité de mi madre (le hubiera encantado); antes, justo antes, que pudiera confesarle, cava en mano, que no, que no aceptaría un hombre en mi vida sin estar profundamente enamorada (eso sigo prometiéndotelo); antes, justo antes, del próximo Festival de Cine de Huesca.

Pepe nunca supo estar mal, aun cuando lo estaba físicamente. Tuve el deleite de cenar con él, junto a él, tomada de su mano, en el último Festival Internacional de Cine de Morelia. Sólo cenó una sopa de cebolla, allí supe que algo no iba bien. Porque Pepe, con un riñón sobreviviente, sabía comer y beber y compartir y llenar la mesa de carcajadas sólo con lo mejor de la vida, nunca pichicateó, y llenar los corazones, más traqueteados, de esperanza, de júbilo, de honestidad, de goce... no encuentro otra palabra. Goce, genorsidad, sabiduría.

A los que nos sentimos descobijados sin su presencia, su aplomo, su seguridad, su generosidad, su claridad, su deleite por la vida, les propongo un pacto: regresemos al manto de Pepe Escriche siempre que la vida se ponga jodida, siempre que la vida ofrezca posibilidades, siempre que la vida nos presente a personajes entrañables que nos cambian la perspectiva de vivir, como él.

"La vida será muy diferente a partir de ahora", escribió una amiga de Pepe desde Huesca. "La vida será lo que uno quiere que sea", me lo dijo Pepe una mañana de viento y sol en Huesca. Así sea, querido... así sea.


http://marianalinarescruz.blogspot.com/2008/03/pepe-escriche.html