domingo, 1 de junio de 2008

El lado oscuro de todos nosotros



¿Qué hace que la buena gente actúe con maldad? ¿Cómo se puede convencer a un persona íntegra para que se comporte inmoralmente? ¿Dónde está la línea que separa el bien del mal y por qué es tan fácil cruzarla?

El psicólogo social
Philip Zimbardo fue el cerebro del famoso Experimento Stanford, en el que dividió aleatoriamente a 20 de sus estudiantes universitarios, previamente informados, entre "guardias" y "presos". El resultado fue que los primeros desarrollaron conductas vejatorias y humillantes hacia los segundos; y éstos, graves desordenes emocionales y de personalidad. La prueba –cuyo objetivo era demostrar el efecto en la conducta humana de los roles impuestos– tuvo que cancelarse antes de una semana. Corría 1971.

¿A qué nos recuerdan esas fotos del experimento?

En 2004, Zimbardo declaró como perito judicial en el consejo de guerra contra un acusado por conducta criminal y torturas en la ominosa prisión iraquí de Abu Ghraib.
Posteriormente escribió este libro, El Efecto Lucifer, que ahora se publica en España. Un formidable trabajo de investigación sobre la naturaleza del mal que se lee como una novela.

Con un alentador final sobre la banalidad del heroísmo. Quizás para compensar –y paliar– el deprimente efecto que produce la lectura de estas 624 páginas.

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