¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!
Tus ojos son palomas,
detrás de tu velo.
Tus cabellos, como un rebaño de cabras
que baja por las laderas de Galaad.
Tus dientes, como un rebaño de ovejas esquiladas
que acaban de bañarse.
Como una cinta escarlata son tus labios
y tu boca es hermosa.
Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.
Tu cuello es como la torre de David,
construida con piedras talladas.
Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela,
que pastan entre los lirios.
Antes que sople la brisa
y huyan las sombras,
iré a la montaña de la mirra,
a la colina del incienso.
Eres toda hermosa, amada mía,
y no tienes ningún defecto.
¡Ven conmigo del Líbano, novia mía,
ven desde el Líbano!
Desciende desde la cumbre del Amaná,
desde las cimas del Sanir y del Hermón,
desde la guarida de los leones,
desde los montes de los leopardos.
¡Me has robado el corazón
hermana mía, novia mía!
¡Me has robado el corazón
con una sola de tus miradas,
con una sola vuelta de tus collares!
¡Qué hermosos son tus amores,
hermana mía, novia mía!
Tus amores son más deliciosos que el vino,
y el aroma de tus perfumes,
mejor que todos los ungüentos.
¡Tus labios destilan miel pura,
novia mía!
Hay miel y leche bajo tu lengua,
y la fragancia de tus vestidos
es como el aroma del Líbano.
Eres un jardín cerrado
hermana mía, novia mía;
eres un jardín cerrado,
una fuente sellada.
Tus brotes son un vergel de granadas,
con frutos exquisitos:
alheña con nardos,
nardo y azafrán,
caña aromática y canela,
con todos los árboles de incienso,
mirra y áloe,
con los mejores perfumes.
¡Fuente que riega los jardines,
manantial de agua viva,
que fluye desde el Líbano!
Dedicado al literato laico, insigne polemista, hagiógrafo de cabecera, titán de la sintaxis. Plasta.
(Background: aquí>>, hace unos días. Y un poco antes, aquí>>: "Steiner y nosotros")
* ACTUALIZACIÓN: Francisco del Río, del Departamento de Filología Semítica de la Universidad de Barcelona, escribe hoy sobre el asunto en las Cartas al Director de "El País". No se lo pierdan, por favor >>
3 comentarios:
Unas gotitas de Chateaubriand para curar la iletrada osadía de Toro, por favor!!!
http://www.fundacionburke.org/2008/07/11/chateaubriand-el-genio-del-cristianismo/
Admiro la valentía de Suso de Toro a la hora de hablar de determinados temas.
Lo invito a que se matricule en la especialidad de Filología Hebrea: así podrá aprender que el Cantar de los Cantares, el Libro de Job, los Salmos o las Lamentaciones no pertenecen al Pentateuco o Torá, que la lengua hebrea tiene una historia de más de 3.000 años y posee una literatura incomparablemente extensa, tanto profana como religiosa, escrita a lo largo y a lo ancho de un vasto territorio que se extiende de Rusia al Yemen y de Irán a Portugal.
De paso, y si le queda tiempo, puede también escoger algunas asignaturas de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Allí le enseñarán que la Biblia y los clásicos son la fuente de toda la tradición literaria, musical y pictórica de Occidente. Lo del Corán, que se lo expliquen en Filología Árabe: en la tradición literaria árabe se le considera la Madre de la Lengua.
Podría cambiarse el nombre del departamento. Semiología semítica.
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