Hay días en que uno, ante la maestría de los maestros, tira la toalla de bloguero aficionado y anónimo. Copio y pego –¡y aprendo!– el post de hoy de Santiago González, tal cual:
Así están las cosas
Hace 10 días que el presidente del Gobierno y los Deportes de España hizo lo que en el lenguaje piadoso se llama "remodelación del Gobierno". Los primeros frutos están a la vista: el fiscal general del Estado se queja en público de que la Policía judicial no atiende a sus requerimientos porque sólo está a lo que diga el juez Garzón. Ramón lo había anticipado en la portada de Hermano Lobo reproducida aquí, ¡en 1975!
Las cosas se han perfeccionado desde entonces. Ahora, no sólo son también el caos. Son, además, el público. Ayer, la vicepresidenta primera del Gobierno mantuvo un encuentro en Los Desayunos de Europa Press y tuvo una claque de lujo, nueve ministras y ministros, a saber: de izquierda a derecha, Ángeles González-Sinde (Cultura), Bibiana Aído (Igualdad), Cristina Garmendia (Ciencia), Elena Salgado (vicepresidenta segunda), MTFDLV, Francisco Caamaño (Justicia), Trinidad Jiménez (Sanidad), Ángel Gabilondo (Educación), Beatriz Corredor (vivienda) y Miguel Sebastián (Industria). En el centro, vestida de Saint-Exupery, modelo 'Petit Prince', María Teresa Fernández de la Vega.
Las cosas se han perfeccionado desde entonces. Ahora, no sólo son también el caos. Son, además, el público. Ayer, la vicepresidenta primera del Gobierno mantuvo un encuentro en Los Desayunos de Europa Press y tuvo una claque de lujo, nueve ministras y ministros, a saber: de izquierda a derecha, Ángeles González-Sinde (Cultura), Bibiana Aído (Igualdad), Cristina Garmendia (Ciencia), Elena Salgado (vicepresidenta segunda), MTFDLV, Francisco Caamaño (Justicia), Trinidad Jiménez (Sanidad), Ángel Gabilondo (Educación), Beatriz Corredor (vivienda) y Miguel Sebastián (Industria). En el centro, vestida de Saint-Exupery, modelo 'Petit Prince', María Teresa Fernández de la Vega.
Salvo en los casos expresos del presidente y el ministro de Fomento, se esperan las excusas de los ausentes. Y, si procede, una explicación: ¿De verdad, más de la mitad del Gobierno no tenía ayer nada mejor y más eficaz que hacer para los intereses ciudadanos que arropar durante buena parte de la mañana a la Vicepresidenta Máxima en una comparecencia pública?
Y no se pierdan los comentarios. Agudos a la par que elegantes. Quina diferencia!
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