Dos caras.
¿Mujer y hombre?
Eso parece.
Se trata, sin embargo, de una ilusión óptica. Ambos rostros pertenecen en realidad a una sola persona, pero son dos versiones de la misma cara andrógina. Una se creó aumentando el contraste; la otra, reduciéndolo.
El rostro más contrastado –a la izquierda– es percibido por nuestros ojos/cerebro como femenino, mientras que registramos como "masculina" la cara menos contrastada.
The Illusion of Sex, de Richard Russell, ganó el tercer premio a la mejor ilusión óptica del año.
(vía MUY
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