lunes, 9 de noviembre de 2009

Brødre, hermanos




En la televisión pública pueden pasar días enteros, semanas incluso, de emisiones basurientas y/o carentes de interés y, de pronto, a altas horas de la madrugada, por ejemplo un domingo, brilla una pequeña joya cinematográfica inesperada, de la que ninguna parrilla o periódico te habían advertido.

Es lo que sentí ayer con la película danesa de 2004 Hermanos, Brødre, de la directora copenhaguesa Susanne Bier.

Lo que empieza como otro melodrama familiar de pocas palabras, en plan estética dogma-escandinava, acaba convertido en una tragedia moral perturbadora. La bondad y la maldad, la guerra, lo correcto y lo equivocado, el dolor y el amor, el control de la propia vida.

Con sobriedad, inexorabilidad, emoción.

Y tres actorazos tan intensos como contenidos:





No hay comentarios: