domingo, 11 de abril de 2010

Concha cita a su tío Federico: "No me encontraron"




El otro día tuve la suerte y el honor de conocer a Concha, la sobrina de Federico García Lorca. Hija de Manuel Fernández Montesinos –último alcalde republicano de Granada– y de Concepción, hermana del poeta, nacerá sólo unos meses después del asesinato de su padre y de su tío, fusilados ambos en agosto del 36, con pocos días de diferencia.

Al acabar la guerra civil, su familia se traslada a Estados Unidos. Vivirán en Nueva York durante la década de los cincuenta. Demasiado niña para recordar lo que dejó atrás, Concha regresa a España con 17 años para estudiar arquitectura. Se casa con el director de cine aragonés Antonio Artero, todo un carácter. Hoy vive en Madrid, con sus dos hijos.

Concha es una mujer menuda, dulce y discreta; culta y divertida, amiga de sus amigos, levemente interesada en los asuntos de la actualidad pero con esa actitud entre distante y educada propia de una liberal americana.

En un momento de la velada, con la mayor delicadeza, le pregunto su opinión sobre el circo político-mediático montado en España en torno a la búsqueda de los restos de su tío.

Me mira y sonríe: "El ya sabía que no lo encontrarían; lo había anunciado, incluso lo tenía escrito".

Ante mi cara de extrañeza, pregunta si tenemos en casa un ejemplar de Poeta en Nueva York. Buscamos en las estanterías. Encontramos las Obras Completas de Aguilar. Ahí está, página 475. Concha lee los versos finales en voz alta:

Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.


2 comentarios:

Marina dijo...

Muy interesante , todo el blog,
Con Federico personalmente tengo una historia oculta en mi familia, una relación y un nacimiento en el año 32, un apadrinamiento, todo un misterio para mi, pues los que sabian ya murieron y los que quedan o no saben o no contestan.
Y Federico ¿donde?, ¿Realmente lo mataron? no creo que se sepa nunca.
Pero ahí estan sus letras para recordarlo siempre. Un placer haber encontrado este blog. Un saludo

Lynx dijo...

Muchas gracias, Marina!