Confieso que me gustó "El Sexto Sentido"; que me defraudó (y aburrió) "Señales" y que de "El Bosque" sólo recuerdo la primera media hora. Ergo...
No teníamos otra cosa mejor que hacer y Ella nos llamaba cada noche a través de la ventana de nuestro hotel..., así que fuimos al estreno de la última película del indioestadounidense M. Night Shyamalan, "La Joven del Agua".
Si no fuera por Paul Giamatti, este cuentecillo cinematográfico del iluminado émulo-admirador de Spielberg no pasaría de ser otro fiasco de envoltura deslumbrante: una oscura parábola sobre la inocencia y la fe, tan bien ejecutada como pretenciosa, que descansa sobre la permanente humedad de una exótica ninfa de piscina (literal), una especie de Sirenita que los extravagantes inquilinos de una comunidad de vecinos adoptan y protegen (del lobo, creo, pero no estoy seguro; casi me duermo).
Yo creo que este joven (todavía) y brillante director haría buenas películas si no complicara tanto sus historias; si no se tomara tan en serio a sí mismo y si, sobre todo, hiciera lo contrario con la audiencia de la sala.
A este paso, quienes ya no somos adolescentes iremos abandonando poco a poco los cines de estreno, desalentados (aunque quizás eso deje las manos, mágicas, libres a este narciso director, no!).
Porfiaremos, pues.
sábado, 12 de agosto de 2006
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3 comentarios:
Este hombre está como un cencerro; le va más lo raro que a Iker Jiménez y Bruno Cardeñosa juntos. Creo que todavía redifunden en Digital + un curios documental sobre sus rodajes, sus paranoias, sus alucinaciones...Tiene también algún amago de maldición, del tipo, "todos los morenos del rodaje sufrieron gastrenteritis el mismo día a la misma hora..."
y lo peor es que nos quieren vender esta homilía como una peli de terror
Amen. Very Hollywood. Y el director cada vez hace "cameos" mas largos... pero sin la magia de Hitchcock.
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