Coruñés de 1928, catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza formado en Alemania, fascinado por Walter Benjamin, agitador intelectual y escéptico impenitente, no se si más culto que bondadoso, pero sobre todo: lector y melómano, con un sentido del humor a prueba de Muros de Berlín.
A mi me dio clase en los 70, me enseñó a amar la Historia y a dudar de casi todo. También fue el primer adulto que me habló de Dylan.
Descanse en paz en los brazos del Angel de la Historia.
(aquí, algunas de sus publicaciones más recientes)
6 comentarios:
Descanse en paz.
No le conocía, veo en la pared 3 Marx, 2 Descartes, 1 Lutero... Sus padrinos?
Pas mal, tenía cara de buen tío.
Lo siento de veras, porque veo que se trataba de un profesor de las que ya quedan pocos o ninguno. Que le recuerden con cariño y admiración sus alumnos quiere decir que se ha ido con la misión cumplida. Descanse en paz.
Pues si es con el ángel de la historia de w. benjamín, no creo que pueda descansar bien
Hoy viene su necrológica en "El Mundo", firmada por Javier Ortega.
Estudié en la Universidad de Zaragoza un par de años hace ya mucho tiempo y de todos los profesores que tuve sólo recuerdo a dos: Carreras y a Fatás, de temperamentos muy diferentes. El resto se me han borrado.
Eran de esas personas que te hacen amar e interesarte absolutamente por lo que estudias (y eso que Fatás era durísimo, eran míticas sus 5 úlceras) y que te dejan un poso y una actitud profunda y positiva de interés y curiosidad ante el conocimiento que te dura toda la vida, lo que seguramente es el mejor legado que un profesor pueda dejarte.
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