En los viejos tiempos, copiar bien era un arte. Y también una pesadilla para los profesores que debían corregir y evaluar los trabajos de 20 alumnos en un fin de semana.
En la era del copy-paste, el problema se ha desmadrado: detectar al listillo que corta y pega, copia, plagia, fusila o contextualiza a las bravas, requiere habilidades extremas. Paciencia y métodos extraordinarios.
Hasta hace poco, examinadores, editores, abogados, redactores jefes... podían recurrir a Google para localizar insertos llamativos o secuencias de palabras de originalidad dudosa. Ahora ya tienen Turnitin, una sencilla herramienta de software para la detección de plagios en trabajos académicos y similares.
Y hay muchos otros: más sofisticados, como iThenticate, para comprobaciones legales de contenidos de propiedad intelectual; copycatch ("especialistas en encontrar similaridades"), copyfind....
En el rincón del vago ya están pensando en reciclarse...
(Visto en Un lugar en el mundo... )
3 comentarios:
la hostia
Este es mi fin!!!!
¿Y qué hago yo ahora?
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