"Tengo un esclavo que recuerda por mi", confiesa Gordon Bell, científico e ingeniero informático de Microsoft.
El director del proyecto MyLifeBits trabaja en la creación de una gigantesca memoria que almacena todos y cada uno de los momentos de su vida, "ahorrándole" así el esfuerzo de tener que recordar: desde hace 7 años, todo lo que ve, lee, oye, dice o hace a lo largo del día, queda registrado en su memoria portátil y añadido a los 15.000 documentos previamente digitalizados que ya recogían sus 72 años de existencia. La cosa se llama lifelogging y forma parte de un ambicioso experimento de software integral en el que Bell hace al mismo tiempo de conejillo de indias y de investigador.
Sólo un problema: del mismo modo que ya no somos capaces de retener los números de teléfono pregrabados, o tenemos dificultad para realizar las operaciones aritméticas que sistemáticamente confiamos a la calculadora... ¿podríamos acabar olvidando cómo se recuerda?
Lea aquí la entrevista completa que en el Muy Interesante de este mes le hace Clive Thompson al patriarca más memorioso del mundo.
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1 comentario:
este abuelo no tendrá alzheimer...
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