El Buen Pastor, segunda película de Robert de Niro como director, narra en 160 magníficos minutos los orígenes de la CIA, a través del drama personal de uno de sus fundadores, el taciturno Edward Wilson.
Por increíble que hoy pueda parecer, Estados Unidos no tuvo su propio servicio de espionaje y contrainteligencia hasta iniciada la Segunda Guerra Mundial, el OSS. Y de allí nació "la Agencia".
No es ésta sólo una historia de espías y cloacas, empero. Trata, sobre todo, de secretos y lealtades, almas gélidas, cinismo, compromiso, paranoia, silencios y muertos vivientes. Lo mejor: el retrato de la sociedad estudiantil Skull & Bones, exclusiva logia de la Universidad de Yale, sólo para blancos-anglosajones-protestantes (por cierto, tanto Bush como John Kerry, su rival demócrata, fueron miembros). Lo peor: ¿se dice 'el casting'? ¿Cómo hacer verosímil a un Matt Damon de 20 años (en 1939) y al mismo personaje, 22 años después... si durante todo el metraje parece un chaval de 18, más joven incluso que su hijo veinteañero?
lunes, 9 de abril de 2007
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1 comentario:
Muy bueno el artículo de Molina, una gozada, gracias
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