domingo, 22 de abril de 2007

¿Transgénicos? ¡Sí, por favor!


"La modificación genética de plantas es una realidad tan antigua como la agricultura, pues aprovechando los resultados de cruces y mutaciones espontáneos o provocados, el hombre ha domesticado algunas especies de plantas de forma que alimentan a una humanidad en constante crecimiento.
Los avances de la moderna biotecnología, que tanto bienestar han aportado en sus aplicaciones terapéuticas e industriales, han permitido incorporar nuevas modificaciones genéticas (MG) a las variedades cultivadas, añadiendo características útiles para reducir el uso de insecticidas o combustibles fósiles, aumentando la eficiencia en el empleo del agua y el suelo, y abriendo nuevas vías para mejorar la calidad de los alimentos.
Tras 11 años de empleo extensivo en países desarrollados (y 9 años en España), sin un solo efecto adverso sobre las personas o el medio ambiente que sea achacable a la moderna modificación genética, la Unión Europea ha establecido un riguroso proceso de autorizaciones paso a paso y caso por caso, basado en el principio de precaución, y aplicado con criterios científicos, transparencia y trazabilidad, de forma que los usuarios de productos MG puedan elegir libremente su empleo o consumo, que es aceptable para el 74% de la población española de acuerdo con el Eurobarómetro de 2005. De acuerdo con las recomendaciones del Libro Blanco sobre la seguridad alimentaria, la evaluación científica independiente, indispensable para las nuevas autorizaciones, es responsabilidad de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), complementada con evaluaciones paralelas por los estados miembros de la UE y por estudios científicos antes, durante y después de cada autorización.
Entendemos que los estudios científicos son aquellos con una metodología detallada de forma que puedan reproducirse y comprobarse los resultados.
Las modificaciones genéticas aprobadas por las autoridades europeas son simplemente medios de producción, al igual que las semillas, y solo merecen ser aceptados o rechazados en función de que sus resultados sean positivos o no para sus usuarios. Habida cuenta de su amplia y continuada aceptación en zonas de España donde las variedades MG están añadiendo valor, las autoridades de nuestro país deberían facilitar su empleo sin discriminaciones para que la competitividad de la agricultura de nuestro país no se vea perjudicada.
A pesar de que las autoridades españolas reconocen en nuestro país importantes problemas medioambientales como falta de agua, erosión del suelo, o aumentos en las emisiones de CO2 muy superiores a los comprometidos en el Protocolo de Kyoto, no están favoreciendo con sus decisiones la aprobación y empleo de las variedades mejoradas con la tecnología más moderna. Lo cual no solamente envía una señal de alarma a las entidades que invierten en I+D+i en este campo, sino que contribuye a aumentar el impacto sobre el medio ambiente de cada unidad de alimento o biocombustible producido.
Estos obstáculos al progreso de la agricultura en España son también un lastre añadido a la balanza comercial ante la enorme cantidad de granos que necesitamos importar para la industria de alimentos para animales y dificultan la viabilidad de una producción de biocombustibles eficiente y sostenible.
Las entidades y personas abajo firmantes, ante la ausencia de estudios científicos que desaconsejen el empleo de las plantas MG ya informadas favorablemente por EFSA, reclaman el derecho a progresar para la agricultura española y los medios de producción que favorecen una producción más eficiente. Esperamos que así sea, para que la celebración del Año de la Ciencia tenga sentido en la agricultura española y aporte beneficios al medio ambiente de nuestro país".


Más de 120 científicos y expertos españoles han firmado ya esta declaración a favor de la investigación y el uso de plantas transgénicas para mejorar nuestra agricultura. El manifiesto «Ciencia, progreso y medio ambiente» ha sido promovido por la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO). Si tu también quieres adherirte, puedes hacerlo por correo electrónico, o pinchando aquí.

¿Que por qué hay que apoyar esta Declaración tan equilibrada, evidente y obvia? Pues porque la insensatez no descansa, cunde... y se propaga. De momento, todavía sólo en el País Vasco y Palencia. Pero todo puede empeorar.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Asebio... empresas... hummm...

Anónimo dijo...

No sé no sé...
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=35572

Anónimo dijo...

Mis objeciones a los transgénicos no son de tipo sanitario sino económico. La política de las empresas que trabajan en esa línea (con Monsanto a la cabeza) son un exponente del capitalismo salvaje en su vertiente más sucia. Se han patentado variedades genéticas establecidas (variedades locales, usadas por agricultores del tercer mundo a nivel artesanal) a las bravas, con la excusa de proteger las patentes de productos derivados de esas líneas genéticas, por supuesto sin informar a sus usuarios tradicionales y prohibiéndoles después su uso al pasar a ser propiedad empresarial de Monsanto. Se estimula el monocultivo con ofertas iniciales de modo que al final se obtiene un mercado cautivo ya que los agricultores no tienen derecho legal a usar parte de su cosecha para resembrar, y se promociona el uso de variedades que sólo darán más producción si se usan los pesticidas, fertilizantes, fitosanitarios… específicos de esas variedades, y casualmente comercializados en exclusiva por ¿adivinan quién? ¡Monsanto! (murmullo de sorpresa entre el público)
En suma, no veo nada malo en el uso de técnicas de laboratorio para la mejora agrícola, pero encuentro repugnante lo que se está haciendo para exprimir al máximo los beneficios.
De hecho las farmacéuticas también están expoliando el patrimonio genético de las poblaciones minoritarias, patentando códigos genéticos interesantes de tribus aisladas. Aún no han exigido a esas gentes el pago de un impuesto por atreverse a usar esos códigos genéticos en su descendencia, pero démosles tiempo.

Anónimo dijo...

Japa:
no entiendo la objeción a los transgénico por motivos económicos. Es como decir que fuera móviles porque estamos enfrentados a un monopolio de 4 compañías...
Por cierto, biotech es el único sector de la industria donde son mayoritarias las pymes...
¡Y abajo con los automóviles por las mismas razones!
¿Que no quieres monopolio? Pues lucha con las leyes económicas, pero no confundamos la velocidad con el tocino...
MAS

Anónimo dijo...

Bueno, no me pregunten por los coches, no me pregunten por los coches…
La famosa "revolución verde" de los 60 se basó en las mismas premisas macroeconómicas que la actual expansión de los transgénicos, y el resultado fue más hambre, más desertización, pérdida de variedades y mayor dependencia de las multinacionales. Con ese precedente en la mano no veo porqué no puede objetarse el lado económico de los transgénicos, ya que veo inseparable la tecnología de su comercialización, y las consecuencias negativas radican ahí, en su comercialización.

Del mismo modo es objetable (y mucho) la política de la empresa Ikea respecto a las condiciones laborables. El hecho de que sus muebles sean un éxito no debería impedir ver que ese éxito se debe a sus precios y que esos precios se deben a un abuso continuo de la mano de obra asiiática (con uso de mano de obra infantil incluida). ¿Implica que hay que dejar de usar muebles? no, implica que hay que comprar teniendo en cuenta todos los factores.

Antonio Franco dijo...

No lo puedo evitar, cada vez que escucho o leo la palabra "sostenible" ne entran temblores.
(De firmar, firmaría en contra de quienes la utilizan)

Anónimo dijo...

Me acabo de adherir!!!