"En ciertos aspectos, como la captación de matices emocionales y la empatía, claro que sí (pronuncia estas tres últimas palabras en castellano, con convencimirento). Dicho esto, es importante entender que el cerebro masculino hace las mismas cosas que el nuestro, y que, al revés, las mujeres también somos capaces de alcanzar conductas idénticas en aquellos aspectos a los que el cerebro masculino dedica mayor afán: podemos llegar a tener tanto deseo sexual como los hombres. En cuanto a los coeficientes de inteligencia, el promedio de hombres y mujeres es el mismo. Sabemos por experiencia que todos podemos ser artistas, astronautas o políticos indistintamente".
También cuenta que las mujeres utilizan por término medio unas 20.000 palabras al día, frente a las escuetas 7.000 usadas por los hombres.
Pulse aquí para leer la entrevista completa y el perfil de esta "feminista sesentayochista" licenciada por Yale y graduada en Berkeley, que ya está escribiendo "El cerebro masculino". Y hay más sobre ella en el Times y el Chronicle de San Francisco.
(La foto es de Teresa Ricart, "la Leibovitz española" según Brizendine)
6 comentarios:
Creo que este libro deberia ser de obligada lectura en el bachillerato. Las mujeres comprenderíamos mejor algunos comportamientos y los hombres conseguirían un par de claves básicas para entender los sentimientos, las emociones, las sensaciones y todo ese mundo que, a veces, les parece tan extraño.
Gracias Lynx
Bisho, bienvenío ar Club de las reaparisiones. Ole !
¿Se habrá encontrado ya el cortocircuto neurobioquímico que provoca la cobardía sentimental masculina?
¿Dejaremos algún día de oir el tópico de "más evolucionado" en el sentido de "mejor"? ni hay grados de "mejor" o "peor" a nivel evolutivo, ni puede considerarse más evolucionado un sexo respecto a otro dentro de la misma especie. Perdón por la disgresión pero como aficionado a la ciencia me rechinan los dientes cada vez que leo ese tipo de frases.
Pero vale la pena leer a Brizendine: es un respiro para el intelecto en medio de tantas ideas fijas e inamovibles (petrificadas, diría yo) y abre un montón de vías para el debate científico.
Bueno, a mí me parece que el libro sí debe sirvir para que las mujeres nos entendamos mejor a nosotras mismas y, en contraposición, entendamos mejor a los hombres. Pero que a éstos les sirva de mucho, no lo tengo claro. Probablemente al tener menos inteligencia emocional (en general, claro) olvidarán antes lo leído en el libro o no sabrán aplicarlo en el momento adecuado, ¿no?
Leí en su día una entrevista que hicieron a Brinzendine en La Contra de La Vanguardia del 6-3-07. Encontré interesante, entre otras cosas, lo que dijo sobre que la biología 'no quiere la paz entre los sexos, quiere que el ADN se perpetue'.
Ah, y al final desvela cual es la gran capacidad del cerebro masculino: la de poder ignorar las necesidades de los demás para centrarse más en la tarea que está realizando. :)
benvolguda Blanca: como diría el maestro Pla, "impresionante asunto"
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