Es sabido y la ciencia lo tiene bien estudiado: tras 12.000 kilómetros volando a través de varias regiones horarias y días del calendario, se produce en el organismo una descompensación de los relojes biológicos internos que trastorna nuestros ritmos circadianos. Es el famoso jet lag, y cualquier viajero intercontinental lo conoce por alguno de sus síntomas:
- Fatiga y cansancio general
- Problemas digestivos
- Confusión en la toma de decisiones y al hablar
- Falta de memoria
- Irritabilidad
- Apatía
Lo que no tiene cura posible es la profunda melancolía que se abate sobre el viajero español que, tras unos días lejos de su país, retoma la lectura de la prensa y encuentra el debate de la opinión pública... exactamente en el mismo punto que lo dejó.
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5 comentarios:
Bienvenido, guapo. Y sí, seguimos igual.Horror!.
Pues si...
salud2, Ernst
Qué bien que haya vuelto!.
Le hemos echado de menos.
Yo te he conocido ya así. No le eches la culpa al jet lag. Bienvenido.
¡Sólo han sido cinco días! XXD
Me imaginé... ufff, qué sé yo. :)
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