miércoles, 12 de diciembre de 2007

Barcelona, años 70 (por FJL)



Quizás sea éste el primer libro publicado en nuestro país que el mismo día de su presentación, sólo dos semanas después de llegar a las librerías, se convierte en el más vendido de España (y el número 2 en Cataluña, según la lista de no ficción que hoy mismo publica el suplemento Culturas de La Vanguardia). Por algo será; no desde luego por la "invisibilidad silente" con la que ha sido recibido por el establishment mediático-cultural.

La ciudad que fue, Barcelona años 70, de Federico Jiménez Losantos no sólo descubre un lugar y un tiempo increíbles para quienes no llegaron a vivirlos –aquella capital cultural de España convertida hoy en parque temático y ombligo de una Cataluña asfixiantemente nacionalista–, sino que sirve para romper la grotesca y desinformada caricatura que la mayoría de los medios de comunicación han querido dibujar de uno de los periodistas más cultos y peleones de España. Tan odiado y temido como admirado, Jiménez Losantos estuvo arropado esta noche en el Palace de Madrid por Javier Rubio, Maite Nolla, Daniel Sirera y Amando de Miguel en la mesa; y alrededor de ella (además de sus incondicionales federicas): Arcadi Espada, Gabriel Albiac, Tomás Cuesta, Alaska&Vaquerizo, Manuel Pizarro, Albert Rivera, Pilar Nasarre, Paco Caja, Antonio Robles, Alejo Vidal-Quadras, Loquillo, Carmen Tomás...

Sin olvidar a la discreta y bella María de Mallorca, acompañada por el ex-batería de Los Insensatos.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

"uno de los periodistas más cultos y peleones"... yo añadiría "e insultadores". Esto último para mí descalifica todo lo demás.

Y si tanto quiere liberar a Barcelona de la asfixia nacionalista (lo cual no me parece mala causa), lo valiente hubiera sido venirse a presentar el libro a Barcelona en vez de quedarse tranquilamente en el Palace para que le aplauda la claca habitual.

No vayamos ahora a hacer de FJL un santo, por favor.

Anónimo dijo...

Suelo estar de acuerdo contigo en casi todo. En esto no. Puede que Losantos sea culto, en el sentido de que ha acumulado mucho conocimiento; sin embargo, aún se encuentra a años luz de convertir su conocimiento en sabiduría (recuerda a Elliot en su célebre poema).
Qué pena que pienses que han sido los medios quienes han dado una imagen distorsionada de este señor. Parece que no te has tomado la molestia de escuchar la sarta de estupideces y, lo que es peor, de insultos que desgrana y esparce por las ondas cada mañana. Y con el beneplácito de la Iglesia detras, que es lo triste.
La argumentación "ad hominem" nunca ha sido tal, por mucho que a sus oyentes les parezca persuasiva.
En fin, eso: qué pena.

Lynx dijo...

La gente del Bajo Aragón es bronca y de una pieza, don Félix; mucho más cuando les contra-argumentan con un tiro en la rodilla.
Este turolense, a quien rara vez escucho pero siempre leo, resulta muy estimulante en un paisaje de adocenamiento opiáceo y corrección política generales. Además, siempre preferí al malo-malísimo Quevedo, frente a Góngora.
(fíjeses que no de dicho "sabio", ni "amable", ni "gentil", ni "condescendiente", ni "equisdistante")

Y ya entre nosotros: ¿qué más le da a usted lo que opine del asunto la Iglesia y su beneplácito? Tengo entendido que el tal FJL es más ateo que usted...

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con usted Lynx.
Aunque yo no comparta las aparatosas opiniones radiofónicas de FJL y no haya leído sus libros, éste lo voy a leer porque yo también viví esa Barcelona de mediados de los setenta, una Barcelona culta, mágica, divertida y libertina que hoy se ha esfumado por completo.
Yo no conozco a FJL personalmente, pero sí me da la impresión de que es una persona más culta y más afable de lo que parece. Pero claro, es aragonés y disimula mal sus virtudes bajo esa pátina de broncas, que lo es. También es cierto que eso le da de comer y parece que no le importa demasiado convertirse en una suerte de hombre-espectáculo-payaso tras el micrófono. Él sabrá. Yo creo que podría decir lo mismo pero con un tono más pausado. Pero entonces ya no sería FJL. Gabilondo es más listo y más fino en su propaganda pura y dura, casi sacerdotal. Y ya ven, cae mejor.

Anónimo dijo...

Puestos con los tópicos sobre el carácter aragonés, ¿qué tendrán que ver los cojones con comer trigo?, frase menos fina que la de "las peras con las peras y las manzanas con las manzanas"

Hay personas que nunca podrán dejar de ser enjuiciadas por lo peor de sí mismos, en lugar de "por lo mejor que se les intuye" o por "lo grandes que fueron"

Y lo peor, que crea escuela...

Anónimo dijo...

Amigo de Zaragoza: ciertamente, nunca les ha caracterizado a ustedes la ironía

Anónimo dijo...

Lo peor no es que este individuo (me niego a llamarle periodista) cree escuela, sino que tiene una tribuna con mucha gente avida de escuchar sus sandeces e insultos mañaneros. Y la crispación crece a la sombra de este "bronco aragonés" (que no sé yo por qué la procedencia geográfica proporcione un plus de credibilidad).
Me explico para no columpiarme en la misma cuerda que Fede: Las cuestiones ideólogicas, cuando se refieren a la política o a temas sociales, no deberían tratarse como un partido de fútbol. Hay demasiados fánaticos que, sin la menor reflexión sobre a quién pertenece el club, cómo se organiza el juego o la calidad de los futbolistas, defienden "a muerte" un equipo.
La mentalidad del primero elijo equipo y, después, ya buscaré ideología que me apoye se ha generalizado. Por supuesto, no quiero saber nada de las argumentaciones de los equipos contrarios. Los criterios suelen ser, curiosamente, también geográficos.
¡Viva el equipo de mi tierra, manque pierda!
"Yo soy blanquiazul de toda la vida y odio a los verdiblancos a los que vamos a quemar vivos, ya veréis." Eso parecen decir muchos de los oyentes losantianos. Qué pena.
Pues eso, como es aragonés, que gane el Zaragoza ¿no?
Si es tan culto, ¿por qué reflexiona menos que los redactores de "El tomate"? Ellos también creen que hacen periodismo y son broncos como los aragoneses. Qué pena.
En fin, Lynx, que me alargo. Otro día hablaremos -yo encantado- del "adocenado paisaje", de la Iglesia y de lo PC. Un saludo.

Anónimo dijo...

Veo que a ninguno de ustedes les parece un argumento digno de ser discutido el hecho de que este señor atice el anticatalanismo más primario y cerril. Se nota que son ustedes todos aragoneses, pero viven en Madrid.
Lo que está haciendo FJL -en colaboración con Pedro J., Esperanza Aguirre y otros- no sirve de nada a la cohesión de España. Y, paradojas de la vida, hace imposible que el PP gane el gobierno porque derrumba sus expectativas de voto en Cataluña.

Anónimo dijo...

Este tipiño es el revulsivo que necesito cuando tengo que madrugar más de lo que el cuerpo puede. De él se ha dicho que es un "gran agitador de conciencias... y sobre todo de vísceras", o que "su boca es donde el periodismo pierde el nombre".

Por cierto, si la gente de Aragón es toda como cuenta, la ciudad del juego que van a montar en los Monegros va a ser más violenta que el fucking farwest.

No puedo firmar con el nick de siempre porque olvidé la clave, pero Vd ya sabe.

Anónimo dijo...

Buena parte del éxito radiofónico de este hombre está basado en el raro camino por el que ha logrado dar con la transversalidad anhelada por competidores mucho más correctos: derecha e izquierda no pueden prescindir de la adicción sentimental de su palabra. Pero la izquierda palpitante no va a acercarse a este Jiménez Losantos, escritor poderoso, polemista irónico, tranquilo y melancólico que aborda en estas memorias tantos asuntos difíciles e irresueltos.

Anónimo dijo...

Me parece un periodista culto, inteligente, coherente con sus ideas e irónico, deliciosamente irónico. Lo que muchos de ustedes califican de "insulto", yo lo veo, la mayoría de las veces, como un golpe irónico genial. Y cuando realmente se pasa, también la mayoría de las veces, lo hace con gente que se comporta de forma indigna, incoherente, maniquea, sectaria y, lo que aún es más indignante, trata de idiota o estúpida a la opinión pública.
FJL es un periodista políticamente incorrecto y, al que no le guste, que no le sintonice. Pero, por favor, respeten a los que opinamos como él.
Por cierto, hay periodistas y programas con otra "sintonía" quem tampoco se quedan cortos a la hora de descalificar a aquellos que no comparten su ideario.
FJL no es un santo; es El Santo.

Anónimo dijo...

FLJ, amargo y delicioso. Como el chocolate puro.

Anónimo dijo...

Cuidado Lynx, las federicas están tomando su blog!!!

Anónimo dijo...

Las desiguales reacciones al último libro de Jiménez Losantos tienen el común denominador de la ansiedad. Ante la certeza de que el turolense ha dejado establecido para siempre el marco intelectual-sentimental de un lugar y una época claves, desátase la carrera por existir, por asomar la cabeza, por eludir la nada. Críticas favorables y adversas comparten la extraña conciencia de que esa personalísima crónica queda grabada en mármol. Algo que no debía estar en la voluntad del autor.

Como no estaría en la de su avatar periodista que las gentes, a su paso, se vieran compelidas a confiarle: "Usted dice lo que yo pienso". Como no prevería ser el mojón que separa dos épocas catalanas, dos actitudes ante el nacionalismo, dos Barcelonas. Ni operar como mecha palpitante de un éxodo. Ni que de pura adoración una muchedumbre lo elevara a indeseados altares, lo aturdiera a halagos y lo despedazase a besos. Nada de eso puede haber deseado el veinteañero que, tres décadas y una ciudad después, nos invita a asomarnos a su vida.

En vez de aceptar educadamente la invitación, amigos y enemigos corren a confirmar su propia existencia, no en balde lo han nombrado demiurgo por aclamación. Ya hay un debate en marcha acerca de las lecturas marxistas, estructuralistas y postestructuralistas que nos confundieron. Ya ha empezado asimismo la ridícula lid para situarse en Barcelona y en los setenta, para vencer la disolución: "¡Ahí estuve yo!"

Que corran y debatan. A mí la lectura me ha llenado de melancolía. Focos largo tiempo apagados vuelven a iluminar los rincones de un escenario hoy destartalado. Son los escondrijos que cita y los que omite, no logro discernirlos cuando apago el más importante de todos los focos, el de la lámpara de lectura, y trato de dormir. Una pirueta del duermevela trae versos del poema a Kempis de Amado Nervo, que el capricho transforma: "Ha muchas horas que estoy enfermo / y es por el libro que tú escribiste."

Se habían quedado congelados en el alma y en la decepción y en la madurez el Pastís y Les Enfants del adolescente golfo, las granjas de Petritxol del enamorado, el rambleo a los quioscos del insomne, el aderezo del léxico marxista y psicoanalítico del intelectual en formación, las horas perdidas y las horas ganadas. No compito en la carrera de los inexistentes ni he de hacer ningún esfuerzo por situarme en Barcelona.

El enfrentamiento al nacionalismo, la cosa lingüística, la traición de una generación y la estulticia de las siguientes no son ahora el centro de interés. Permítanme el relajo, a esos asuntos he dedicado demasiadas columnas. Dejo simple constancia de un arañazo en el corazón: las muchachas de cabello lacio y pantalones negros. De Angie y Mercè. Es conmovedor, me atañe y, dulcemente, me duele. Otra lectura no hago, ni para ensalzar ni para abatir, esas cosas de la envidia.

Anónimo dijo...

Horror, unos días sin mirar este hilo y compruebo que están ustedes abducidos por FJL. ¿LLamo a Mulder y Sculley?

Anónimo dijo...

El gran Tomás Cuesta vuelve a ABC (un ABC "deszarzalejado").........

Anónimo dijo...

ABC deszarzalejizado......