lunes, 14 de julio de 2008

Somos tiempo: 41 horas

Hacia las 11 de la noche del viernes, Nicholas White, 34 años, del departamento de producción del semanario Business Week, sale de la redacción a echar un cigarro. Tiene por delante una madrugada de trabajo solitario, con el cierre de un suplemento especial de la revista entre manos. Le dice a un colega que vuelve en cinco minutos, la pausa que ahuma. Deja en su mesa el móvil, la chaqueta, el reloj... Todo menos el tabaco y un par de caramelos que lleva en el bolsillo.

Las oficinas de BW está en el piso 43 del edificio McGraw-Hill, en el Rockfeller Center de la Quinta Avenida de Manhattan. Cuando el laborioso White acaba su cigarrico en la calle, atraviesa el vestíbulo casi desierto y vuelve al ascensor número 30, que no para por debajo del piso 39. Pulsa el botón del 43 y sale disparado hacia... De repente, una sacudida; un apagón. Y la cabina se queda parada. Y silenciosa.

Sucedió en
Nueva York, el 15 de octubre de 1999. Las 41 horas que siguieron hasta la mañana del lunes –cuando el hombre fue rescatado– están resumidas en este vídeo de 3 minutos, editado en time lapse por la revista The New Yorker, a partir de la grabación de las cámaras de seguridad. Nick Paumgarten cuenta aquí toda la historia del pobre White>> (cuadro de arriba, a la derecha).

No se sabe si el trauma le quitó del tabaco, pero dicen en microsiervos que nunca volvió a trabajar en su antiguo despacho.



(Música: "The Storm Begins," por Jennifer Haines)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya han surgido parodias, sin ingenio pero muy bien hechas por cierto (y de muy mal gusto, todo hay que decirlo):

41 horas en un ascensor con diarrea:
http://es.youtube.com/watch?v=8JBysD2QPM0

Vince dijo...

Aquí cualquier excusa es buena para no cerrar...

Anónimo dijo...

Qué malos son los vicios, tanto fumar...