Empecé a leerle por la curiosidad que me despierta la visión sin prejuicios de algunos extranjeros inteligentes sobre nuestro país. Y porque no escribía nada mal: fresco y limpio. Sin trucos. Pero desde el pasado 31 de mayo sigo las peripecias y dudas existenciales de este hombre, a través de su blog, como si nos conociéramos de toda la vida.
¿Volverá a Canberra con su familia? ¿Se irá con Yoshiko a Osaka? ¿Permanecerá paralizado e indeciso en Barcelona? Qué incertidumbre...
¡Buena suerte, Paul!
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1 comentario:
joder, hoy las cosas no les van bien...
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