lunes, 10 de marzo de 2008

Otto Dix en Madrid

Tras su memorable exposición de hace dos años en la Fundación Juan March, Otto Dix, uno de los artistas degenerados por excelencia del Tercer Reich, vuelve a Madrid.

Pintor de la Guerra del 14 y de la República de Weimar; expresionista, futurista, radical y dadaísta en su juventud; catedrático de Arte en Dresde antes de la llegada de Hitler al poder; perseguido, difamado y maltratado por los nacionalsocialistas hasta 1945, su vastísimo conocimiento de los maestros antiguos germánicos le condujo, tras la Segunda Guerra Mundial, a profundizar en sus técnicas y recrear su estilo a través de un retratismo realista de corte neorenacentista.

A partir mañana y hasta el 18 de mayo, en el Museo Thyssen-Bornemisza, se podrá contemplar una muy sugestiva exposición monográfica en torno a su obra
Hugo Erfurth con perro (1926). Precisamente ese retrato de su amigo, un famoso fotógrafo de la bohemía artística alemana del periodo de entreguerras, sirvió de pretexto y estímulo para animar uno de los debates artísticos fundamentales de principios del siglo XX: las equiparaciones y diferencias expresivas entre pintura y fotografía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sugerente y muy inquietante Otto Dix. Me encanta que hayas elegido su autorretrato para ilustrar la entrada. "Mirada furiosa y pincel afilado" dijeron de él en su momento (periodo de entreguerras, años veintitantos, Berlín...)

Un pintor que se autorretrata y parece que pinta a quien le mira. ¿Qué hace con esa mano izquierda con los dedos cruzados?

¿La foto es tuya? La sombra de la chica añade nuevas historias y posibles interpretaciones. Me encanta este cuadro. ¿Lo he dicho ya?

Bueno, yo no me pierdo la expo. Gracias por la pista.

Lynx dijo...

La foto es de EFE, colega; imperdonable no haberla firmado