sábado, 20 de octubre de 2007

18

Silvia, mayor de edad. Legalmente. Nada que ver con la cabeza, el corazón, la madurez o los afectos.
Hoy te regalo la frase que el tarambana de
André Bretón dedicaba a su hija Alba, entonces de 3 años (casi como tu en ese campo de centeno), al final de L'amour fou: "Te deseo que seas locamente amada".
(Foto: Irma Pueyo)

15 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Pa :)

Anónimo dijo...

Felicidades a la hija; y al padre; y a la madre

Anónimo dijo...

Joé, acertijos en sábado; quién es quién en la foto?

Unknown dijo...

Felicidades Silvia. Felicidades también a tus padres.

Anónimo dijo...

Felicidades hija del lince!

Que disfrutes de los maravillosos 18.

Anónimo dijo...

¡¡¡Qué envidias me das, Silvia!!! Que seas tanto o más feliz que hasta ahora. Disfruta cuanto puedas, ahora es el momento.

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños guapísisma!. Ser joven es un privilegio, ser hermosa un patrimonio, ser encantadora tu mejor virtud.
Que cumplas muchos!

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños, Silvia. :)

Anónimo dijo...

Felicidades a los dos.

ps. Y Silvia, ¿también es de la academia de los linces?

Anónimo dijo...

Me quedé colgado en el puente de Brooklyn, ay 18 ya (sigh!)

Anónimo dijo...

Dicen que dijo Albert Camus que nunca hay que avergonzarse de ser feliz. A los dos, por esta entrada en el blog, muchas gracias.

Anónimo dijo...

Oh! el tiempo...............
Que vivas tu vida con pasion, que realices tus sueños, es lo que yo te deseo, Silvia, hija de Lynx - Irma

supereula dijo...

¡Hace 33 que tuve 18... y aún me acuerdo de ellos! ¡Qué suerte! Disfruta cada minuto, que son muchos:4.656.000

Anónimo dijo...

No conozco a la tal, ni al padre, ni a la madre que la parió...
pero me gusta la foto, talmente "The Catcher in The Rye", ah la perpleja adolescencia!

Anónimo dijo...

"No olvides que eres joven, magníficamente joven: alégrate, por el contrario, y vive como tal. Vive todo lo que puedas, es un error no hacerlo. No importa tanto lo que hagas, con tal de que vivas tu vida. Si no tienes eso, qué otra cosa tienes"

Henry James, Los Embajadores

(del tarambana de Bretón, bien por el calificativo, al trincado de James, dios lo bendiga)